Revisión del concepto

El prototipo de vivienda mínima de los chalets de la Ciudad, propio de la reformulación del concepto de la manera de vivir y habitar de la clase obrera española en los años 50-60, ha vuelto a la actualidad como parte de un aprovechamiento máximo de la superficie útil disponible en un entorno de elevado precio de la vivienda.

Este concepto necesitaría una revisión para adaptarse a las necesidades de la vida actual, a la mejora de la habitabilidad y, dentro de la filosofía de diversificación y desestacionalización del hospedaje en la Ciudad, al funcionamiento versátil y flexible según el uso que le dé el residente.

Las distribuciones heredadas, que daban más importancia a la capacidad de camas y minimizaba espacios de cocina -que se suplían por los servicios centralizados de comedor- serían revisadas y actualizadas según las posibilidades de cada tipo de chalet, produciendo así un conjunto de alternativas adaptadas al perfil de residente al que se quiera ofertar.

Como base de mejora común a todos los chalets, cada una de las piezas se condicionaría a unos mínimos exigibles:

  1. Salita: con el módulo de cocina integrado, eliminando compartimentaciones innecesarias en una vivienda de reducidas dimensiones, contendría un espacio de estar y de uso de la pantalla multimedia y también para una ajustada mesa comedor.
  2. Módulo de concina básica: Tratando de ofrecer diversas alternativas al residente, se le presenta la posibilidad de preparar comidas en el propio chalet en vez de acudir al comedor. Este módulo, compuesto de los electrodomésticos esenciales según el gráfico, satisfaría estas necesidades.
  3. Baño estándar: Con equipación básica de lavabo, inodoro y bañera o ducha, sustituirían los actuales baños angostos y de distribuciones extrañas que existen en algunos tipos.
  4. Dormitorios: Compuestos por una o dos camas sencillas o una doble, incluirían casi en todos los casos espacio para almacenaje integrado (armarios empotrados).

Para llegar a estos mínimos, se llevarían a cabo determinadas adaptaciones de distribución que serían particulares a las posibilidades de cada tipo. De forma genérica, serían adaptaciones menores, si bien en algunos casos se desarrollarían intervenciones de mayor calado, ya sea por falta de espacio, espacios tortuosos o limitaciones para ubicar el mobiliario:

  • Reubicación de la pieza del baño, ya se para darle unas dimensiones mínimas y/o por mejora global de la distribución
  • Creación de dormitorios versátiles en los casos más ajustados, que mediante tabiques móviles, según necesidades, se pueden separar, o unirse en una sola habitación de varias camas. Idóneo para grupos de amigos.
    • Distribución H (clic para ver distribución original)
    • Distribución H (clic para ver distribución original)
  • Conversión de un dormitorio normal en supletorio para aquellos en los que se necesite más espacio de otras piezas, sirviendo incluso como pequeño estudio. Apto para parejas, unidades familiares mínimas o solteros.
  • Ampliaciones de superficie para cumplir unos mínimos en el espacio de estar y cocina. Limitado exclusivamente a los tipos P y S, se aplicaría un diseño coherente pero diferenciador del original, evitando desvirtuar la volumetría base.  
  • Otras intervenciones relacionadas, tales como ampliación de huecos de ventana, eliminación de particiones innecesarias o reubicaciones de puertas de paso, encaminadas a mejorar la luminosidad y diafanidad de los espacios ya de por si reducidos.