Edificio para Comedor y Servicios

El actual edificio del comedor nº1, amputado en su parte norte al perder su torre, recuperaría su volumetría original y se aumentarían los servicios que este antes ofrecía, aprovechando espacios infrautilizados de la planta baja.

El edificio mantendría su configuración estilística, con su característico alero, los testeros de piedra y sus grandes ventanales. Estos últimos mantendrían los grandes paños de vidrio, pero con un nuevo despiece, generando una composición más acorde con el edificio.

La intervención cromática resaltaría la configuración volumétrica y rítmica del edificio.

 

Comercios y pequeño supermercado


En planta baja, aprovechando el sistema soportalado de la fachada sur y sus jardines, se crearía un pequeño espacio comercial a servicio de toda la parroquia de Perlora. Se dispondrían de:

  1. 8 pequeñas tiendas de 25-50 m2 para usos diversos (quiosco, panadería, tienda de regalos y complementos, farmacia, sucursal bancaria, etc.)
  2. Café
  3. Supermercado de pequeñas dimensiones, con doble acceso desde la zona soportalada de la calle Oviedo y la plaza de Asturias. Incluye espacio de almacén con acceso desde la vía de servicio situada tras el edificio.
  4. Con acceso también desde la vía de servicio, se mantendría la ubicación actual de la lavandería.

 

Comedor – Gran Restaurante


Como toma de partida, se propone la recuperación de la sala del gran comedor en forma y uso, a nivel de gran casa de comidas, con un servicio principalmente de buffet y autoservicio. Se mantendría así el servicio de restauración en la opción de complejo turístico, pero también como complemento para grandes reuniones y eventos de notable afluencia (en torno a 500 personas).

Accesos a dos estancias de espera con aseos en ambos extremos del edificio  (azul)

Salón de comidas (en ocre)

Cocinas y estancias de personal (en marrón)

La distribución del servicio de buffet se realizaría en la zona central con una gran isla para productos tanto fríos como calientes. Igualmente, se localizaría en el lienzo opaco junto a las puertas de cocina un área de preparación en el acto, con fogones y plancha.

Para el acceso a la sala se realiza mediante dos entradas en ambos extremos, al igual que se realiza actualmente, pero readaptándolas geométrica y espacialmente:

  • Acceso principal: se elimina la escalinata original y se introduce una nueva dentro del edificio, tras el lienzo curvo. De esta manera se crea un primer vestíbulo en planta baja en el que se incluyen dos ascensores para la accesibilidad de personas con movilidad reducida. Con la nueva disposición, se reaprovecha de mejor manera el vestíbulo de la planta superior. A dicho vestíbulo se asocian los baños, readaptados y accesibles, y un acceso al altillo, que se destinaría a zona de gestión del edificio.
  • Acceso oeste: La escalera actual, levantada en los años 90, supuso la desfiguración del remate del edificio, perdiendo el ventanal vertical tras el machón de piedra. Igualmente, se encajona el acceso lateral a la zona soportalada de planta baja, generando un rincón problemático. Se propone la sustitución de la misma por otra de trazado curvo, adaptada a la normativa actual, y que se conecte al ventanal del lateral, produciendo una menor afección a la configuración de la fachada original. En el interior, se crea un vestíbulo independizado de la sala por un cierre transparente de madera y se asocia un nuevo paquete de aseos.

La disposición de estos dos accesos, la inclusión de una nueva pieza de aseos, y la situación central de la isla de buffet, favorece la posibilidad de división ocasional de la sala en dos en caso de necesidad de ofrecer dos servicios simultáneos o la limitación del espacio en eventos de menor ocupación.

 

Cocina


Los espacios de cocina mantendrían su distribución base bajo la bóveda de hormigón, racionalizando únicamente la ubicación y ampliación de algunas piezas de servicio (cámaras, despensas). Se recuperaría la superficie perdida tras el derribo con una pieza de similares características, incluyendo en ella un comedor de personal, vestuarios y aseos, además de un montacargas para la subida de mercancía desde el almacén propio situado en planta baja o desde los vehículos de reparto.

 

Torre administrativa


La premisa de recuperación de la torre derribada, necesaria para reformalización del volumen completo del edificio, lleva a una diatriba entre la reconstrucción literal o la reconsideración de su diseño original. Su extraña composición en planta, su proporción, o su escaso valor estilístico, no parece base sólida para decantarse por la primera opción.

Se opta por un nuevo volumen de altura y superficie similares, pero adaptándose a la preexistente configuración de la planta del edificio. Así, se siguen dos líneas generatrices divergentes (una curva y una recta) en planta, resultando un elemento en forma de cuña afilada, con un frente curvo, que encaja en dicha divergencia.

En dicho desarrollo formal, se convierte en obligación la recuperación del tramo de fachada curva del volumen bajo, que sirve como articulador de escalas, manteniendo el hueco de la planta superior. La continuación de la parte ciega de esta fachada se realiza en hormigón visto y sin alero, marcando la pauta entre lo original y lo reconstruido. Como resultado de esta recuperación, cerrado por este nuevo cierre curvo, se crea un atrio semicubierto de acceso a la nueva torre.

Para el diseño de la nueva torre se opta por una envolvente nueva y divergente con el resto del edificio. Más allá de marcar una pauta diferenciadora, se adopta una solución pseudomimética con la arboleda del entorno (que incluso es de mayor altura que la propia torre) intentando así reducir su impacto visual. Para ello, un cierre de muro cortina que intercala aleatoriamente zonas transparentes (llegando a la literalidad en la esquina más aguda) con otras opacas, coloreadas en un degradado vertical que va del marrón oscuro en la planta baja a el verde claro de la última.

En la distribución interior, se sitúa la escalera en el vértice más agudo y los aseos y ascensor en la parte trasera, dejando la mayor parte de la planta libre. El programa se diferencia en una zona de público en planta baja destinada a recepción e información a servicio de los chalets, con otras tres plantas destinadas a administración y despachos. Dentro de ello, según necesidades, se puede habilitar una planta para vivienda de personal con tres habitaciones dobles.